martes, 22 de mayo de 2007

chejov

Uno pasa a veces tiempo buscando las palabras para autodefinirse, sin darse cuenta que la tarea generalmente resulta inutil debido a la continua transformacion que nuestra figura sufre. El motivo que en mi caso me hizo dejar de lado la tarea fue uno de naturaleza aun mas enigmatico. Leyendo un cuento de Anton Chejov me enteré con no poca admiración que ya habia sido escrita mi descripción hace mas de 100 años. Cumplo con transcribirla aqui.
"A la derecha de M se encuentra la cama de Iván Dimitrievish Gromov. Es un sujeto de treinta y cinco años, de noble origen, ex secretario del tribunal, que padece de mania persecutoria. Pocas veces se le ve sentado; a veces esta acostado, con las rodillas pegadas a la barba, y otras veces mide a grandes pasos la sasa. Siempre parece agitado, inquieto, como si esperara ansiosamente quien sabe que. Se estremece al menor riudo del vestibulo o del patio exterior; levanta la cabeza con angustia y escucha atentamente: cree que son sus enemigos que lo andan buscando, y sus facciones se contraen en una mueca de terror.
Hay cierta vaga belleza en esa cara ancha, de pómulos salientes, palida y contraida, espejo donde se refleja un alma martirizada por el miedo constante y la lucha interna. Sus gestos son extraños y repelentes; pero sus facciones finas, llenas de inteligencia, y sus miradas conservan elocuencia y calor. Es cortes y amable para con todos, execepcion hecha de Nikita. Si a alguien se le cae una cuchara, un boton, ya esta el saltando de su lecho para recogerlo. Por la mañana, al levantarse, saluda a todos y les desea los buenos dias: por la noche da las buenas noches.
A veces, durante la noche, comienza a estremecerse, rechina los dientes y se pone a andar presuntuosamente por entre las camas. Entonces se diria que la fiebre se apodera de el. A veces se detiene frente a cualquiera de sus camaradas, se le queda mirando muy fijamente y parece querer decirle algo muy grave; pero, como si de antemano supiera que no le han de hacer caso, sacude nerviosamente la cabeza y continua sus paseos a lo largo de la estancia. Pronto el deseo de comunicarse domina en el todas las consideraciones, y entonces, sin poderse contener, se suelta hablando con abundancia y pasion. Habla de un modo desordenado, febril, como se habla en sueños; casi siempre es incomprensible; pero en su palabra, en su voz, se descubre un natural lleno de bondad. De solo oirle queda uno convencido de que aquel loco es un hombre honrado, un alma superior: habla de la cobardia de los hombres, de la violencia qe sofoca a la verdad, de la vida ideal y hermosa que un dia habra de reinar sobre la tierra, de las rejas de las ventanas que se oponen a la libertad humana y parecen recordar la barbarie y la crueldad de las carceles."

3 que opinas?:

Marcelo dijo...

increible el cerebro humano, capaz de idear tanta tontera...ni que comieramos de ello

yvan dijo...

Chejov se revolcaria en su tumba de oir tamañas difamaciones!. o me lo decias a mi?...

Marcelo dijo...

a Chejov pues hombre!!!!